Con ocasión del 50º aniversario del Primer Pleno Ampliado del Comité Central del PCE (m-l)

vo Nº 2 FEBRERO 1965Nota – Se cumple el 50º aniversario de la celebración el 17 de Diciembre de 1964 del I Pleno Ampliado del Comité Central del Partido Comunista de España (marxista-leninista) [P.C.E. (m-l)], un importante acontecimiento en la historia de los comunistas españoles en su lucha contra el revisionismo contemporáneo representado entonces por la camarilla de Carrillo-Ibárruri, y que elaboró y aprobó la Línea Política y los Estatutos del Partido.
Pese a más de una década de trayectoria revolucionaria y de defensa del marxismo-leninismo y del pensamiento de Mao Tsetung (hoy marxismo-leninismo-maoísmo), y de contar en sus filas con camaradas inolvidables como José Delgado “Acero”, Cipriano Martos, José Luis Sánchez Bravo, Xosé Humberto Baena Alonso y Ramón García Sanz, lamentablemente el P.C.E. (m-l) no logró convertirse en el partido de vanguardia del proletariado español y fue engullido por el dogmato-revisionismo hoxhista en 1978 hasta ser finalmente liquidado por sus dirigentes en 1992 (el grupúsculo surgido posteriormente y que en la actualidad se arroga el nombre de P.C.E. (m-l) nada tiene que ver –ni en lo político, ni en lo ideológico, ni en lo organizativo- con el partido creado con estas mismas siglas en el año 1964).
Con ocasión de este 50º aniversario, reproducimos a continuación el artículo “Se ha celebrado el Primer Pleno Ampliado del Comité Central, Pleno de la consolidación del Partido”, de David Martín, publicado en “Vanguardia Obrera”, órgano del Comité Central del P.C.E. (m-l), nº 1, Madrid, Enero de 1965, página 3, y que Gran Marcha Hacia el Comunismo hemos transcrito para nuestro blog:

SE HA CELEBRADO EL PRIMER PLENO AMPLIADO DEL COMITÉ CENTRAL, PLENO DE LA CONSOLIDACIÓN DEL PARTIDO
David Martín
No se hacen las cosas en un día, ni se resuelven los problemas a medida de nuestros deseos. Máxime cuando los obstáculos son gigantescos y la experiencia escasa.
En el último Pleno ampliado del Comité Central de su Partido, la clase obrera española ha obtenido un triunfo histórico sobresaliente. El Partido existe ya, y pisa con tal firmeza, a causa de la estrecha unidad y madurez alcanzada dentro de sus filas, que justifica el optimismo unánime reinante respecto al desarrollo de las luchas populares antifascistas de un futuro que ha comenzado ya.
La unidad conseguida por los comunistas marxistas-leninistas españoles, la constitución del Partido Comunista de España (Marxista-Leninista), adolecía de un defecto radical: era una unidad más aparente que real; una unidad inestable, poco sólida. Ni esa unidad proclamada el 4 de Octubre, ni los pasos posteriores habían logrado su objetivo de sacar un Partido férreamente unido en torno a una perspectiva política seria y aceptada leal y firmemente por todos los camaradas. Esas fechas constituyen, no obstante, pasos adelante en la consecución del triunfo completamente maduro que hoy tenemos en las manos.
La causa de esa demora estaba en la permanencia en el seno del Partido de elementos nocivos, elementos sin principio, elementos que no buscaban más que su provecho personal. Esta es la verdad desnuda. Arrancada de cuajo la mala hierba, y habiendo participado todos los camaradas en el esfuerzo, la unidad sale a flote, robusta y sincera.
Así ha sido y esa es la causa de nuestro optimismo. La dura lucha por desarticular el complot de los oportunistas ha dado veteranía al Partido que acaba de nacer, a su Dirección, ha sometido a ésta a un bautismo de fuego que ha hermanado a sus componentes. La vigorosa Dirección surgida tras esa lucha está unida, además, por otro cemento muy sólido: la confianza de todo el Partido en ella.
¿Cómo fue posible la infiltración y permanencia entre nosotros de tales elementos oportunistas y arribistas?
La traición (el abandono de los principios marxistas-leninistas por parte del grupo revisionista antipartido encabezado por Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri), se había encastillado en la Dirección a base de excluir de todo puesto de responsabilidad y aún del Partido, de cuantos militantes marxistas-leninistas se oponían a tal política oportunista, traidora a los intereses del proletariado. De ese modo impedían que la lucha de los marxistas-leninistas estuviera coordinada dentro del Partido y fraccionadamente rompían con la Dirección revisionista. Tenía que procederse posteriormente a una fusión entre los diferentes grupos. Pero en el intervalo, aprovechándose de la debilidad numérica de cada grupo: de su debilidad organizativa; de la orfandad ideológica en que los revisionistas habían dejado a la mayoría de los militantes con objeto de que no distinguieran lo verdadero de lo falso, y fuente, por tanto, de errores que han de producirse forzosamente en el futuro; la inexperiencia general debida a la novedad de la situación, elementos oportunistas de dentro y fuera del Partido, aventureros y agentes más o menos directos de la burguesía, encontraban la oportunidad de introducirse en las filas marxistas-leninistas y hacer valer sus proyectos.
El primer aventurero de tendencia trotskysta que saltó de nuestras filas fue Martín Valdés, expulsado del grupo “Proletario”. Otros elementos oportunistas consiguieron mantenerse hasta después de efectuada la unión de los cuatro núcleos que han confluido en la formación del Partido: Oposición Comunista Revolucionaria, Partido Comunista de España reconstituido, Proletario y la organización integra del antiguo Partido en Colombia.
Abusando del ardiente deseo general por llegar a la reconstitución del Partido, los oportunistas lograron que ésta se realizara sin pulsar a fondo el contraste político entre los diferentes grupos. Evitaron someter la realidad española a estudio conjunto para que la unidad del Partido se estableciera sobre las bases firmes y esclarecedoras de una perspectiva política concreta.
Posteriormente amenazaron con escindir de nuevo el Partido si no se aceptaban sus exigencias particulares. Estas exigencias querían verlas cumplidas en el Pleno ampliado del Comité Central que acababa de celebrarse.
El plazo que quedaba hasta tal pleno fue aprovechado por los elementos más conscientes del Partido para llevar a cabo la labor de aislar a los oportunistas mediante dos procedimientos: uno, el esclarecimiento ideológico entre aquellos camaradas que más fácil presa ofrecían a la confusión sembrada por los oportunistas para crearse una base que los sostuviera, llevando a su conciencia la necesidad de establecer antes que nada una Línea Política que separase a los marxistas-leninistas consecuentes de los oportunistas de uno u otro tipo, servidores objetivos de la burguesía . Otro, el acercamiento y comprensión entre los camaradas que provenían de diferentes grupos, con el fin de destruir en sus raíces malos entendidos y rumores calumniosos que los oportunistas se cuidaban mucho de cultivar.
El objetivo fue plenamente alcanzado. Las condiciones previas que los oportunistas ponían para que el Pleno se celebrase, fueron rechazadas en medio de la indignación unánime, y el Orden del Día quedó establecido así: Línea Política, Estatutos y Reorganización del Comité Central.
En la elaboración de la Línea Política, los oportunistas se condujeron en forma indisciplinada negándose a participar en el trabajo común. Presentaron una “plataforma” propia compuesta por tesis absurdas que pasaban de derecha a posiciones de “izquierda” sin unidad ideológica. Quedaron, pues, totalmente desenmascarados ideológicamente. Su actuación posterior se basó en actitudes de chantaje mediante la utilización de “blufs” sobre su representatividad y la utilización de calumnias contra algunos camaradas presentes.
Tanto unos procedimientos como otros quedaron absolutamente desmontados ante la totalidad de los camaradas, convenciendo completamente a aquellos que habían mantenido actitudes conciliadoras. El aislamiento de los oportunistas fue tan completo, y la indignación de los camaradas tan grande ante los medios empleados por aquellos, que se votó unánimemente por la expulsión del Partido de cinco oportunistas notorios (dos de ellos pertenecientes al Comité Central).
El Partido cuenta ya, pues, con una experiencia preciosa de lucha interna contra infiltraciones de peligroso elementos que tratan de debilitar la estructura y funcionamiento del Partido, sea cual sea el arma que se emplee.
Y cuenta sobre todo, nuestro Partido, con una Línea Política rigurosa que refleja los intereses de la clase obrera española y de las amplias masas populares que constituyen la inmensa mayoría del país, quienes, conjuntamente, han de ejercer el Poder político que hoy posee la oligarquía financiera-latifundista sometida al imperialismo yanqui, mediante un poderoso aparato político fascista, que priva al pueblo de las libertades populares y reprime salvajemente cualquier manifestación en pro de los intereses populares.
La perspectiva política que el P.C. de E. (M-L) se esforzará por realizar consiste en la unión del proletariado en torno a la conciencia de sus intereses y de su papel histórico, en la orientación de sus luchas y en la constitución , a través de la lucha, de un Frente Unido Antifascista con otras clases y capas populares (el campesinado pobre, particularmente; el campesinado medio, pequeña burguesía de la industria y el comercio, estudiantes, intelectuales revolucionarios y, eventualmente, la capa más alta de la pequeña burguesía y sectores de la burguesía media), dirigiendo el golpe principal contra el capital financiero-latifundista y a su aliado inmediato el imperialismo yanqui, para aplastar el Poder fascista mediante la vía de la insurrección armada y la instauración de un estado democrático, nacional y popular.

Sobre el Partido Comunista de España (marxista-leninista) ver también en el blog de Gran Marcha Hacia el Comunismo:

*Línea Política del Partido Comunista de España (m-l) – La Guerra Popular (1967)

*Mensaje de felicitación del Comité Ejecutivo del PCE (m-l) al Presidente Mao Tsetung con ocasión del Noveno Congreso del PC de China (5 Abril 1969)

*Las imperecederas enseñanzas del camarada Mao Tsetung para nuestro pueblo y para nuestra lucha (I)

*Las imperecederas enseñanzas del camarada Mao Tsetung para nuestro pueblo y para nuestra lucha (II)

*En el 50º aniversario de la creación del PCE (m-l): Extraer las lecciones y experiencias positivas y negativas de su historia